Aunque el minimalismo tiene sus orígenes a mediados del siglo XX, el orden y la sencillez de este estilo decorativo, nos remota sin duda a la cultura japonesa, donde la elegancia no está reñida en absoluto con la sobriedad del espacio.

La cerámica nunca fue ajena a todas estas influencias y bajo la premisa del «menos es más», es creada la serie Urban. Minimalista, práctica y funcional. Estas son las señas de identidad, que le permiten conferir a cocinas, baños y espacios públicos de una atmósfera relajante y ordenada. Su paleta cromática es sencilla y luminosa, consiguiendo espacios cálidos y acogedores. Estancias monocromáticas con el blanco como base, que acepta ligeros detalles de color. Suaves azules y grises, son el complemento ideal para conseguir hacer de nuestro hogar un espacio moderno y elegante.

La apuesta de Urban por los espacios públicos es muy clara: gama de grises, negro y blanco, son colores atemporales, que resultan idóneos para este tipo de proyectos, donde la única huella del paso del tiempo, será la de las personas que lo disfruten.